Adiós se llaman
Las naves quemadas
Por la inanición
De las lunas erróneas.
Adiós se escribe
Con tinta
Mezcla de fragmentos
De infarto
Y calor de invierno
En la tundra.
Adiós es un mohín
Egocéntrico de algún
Apóstol encubierto.
Adiós gimen de rabia
Silenciosas
Las novias
En los pasillos
De los aeropuertos.
Adiós se dicen
Dos niños enamorados
Sumergidos en un sol
Enervante, las risas
De los ordinarios,
La geografía
En la distancia,
Y tantas horas
Posteriores
De tristeza.
Adiós es el nombre
De un cuervo
Amamantado con acero,
Un beso en latín,
Un rifle impotente,
Un perro precioso
Con sarna
En el corazón.