En el despertar del 1 de julio de 1905
la Presa de la Olla abrió
los ojos siendo un océano
Los edificios desde los cerros
se divisaban como islas griegas
que asomaban desesperados
su respiración
Las fosas abiertas del mar
inhalaron 54 vidas humanas
Entre el bramido de las tormentas
me recuerda a la Creta minoica
y sus toros gigantes naufragando (Uros)
Entre la niebla mortal de un volcán
que ahogaba el mar egeo
Pero en Guanajuato las bestias
fueron mitad hombres
La única especie capaz de temerle
a la muerte y vivir muchas
vidas
Guanajuato es un acantilado
amarrado a un galeón español
Un cuenco de manos rebosando de plata
Según mi terapia de vidas pasadas
el barco me palpita dentro
del corazón churrigueresco
Mi corazón de madera
es un bosque de sangre
que se seca entre
los árboles enfermos
Árboles que mueren de pie
como condenados numantinos
Como rascacielos sin hombres
Y así la ciudad también de madera
que no deja de ser nunca
huida y despojo
Tatuaje barroco y pañuelo
enlagrimado que espera
entre las vías borradas del tranvía
Una parte de mí ya estuvo aquí
quizá esta ciudad sea una Ítaca
O quizás un Ulises que me visita
después de un largo viaje de
siglos
Quizá yo sea el barco de Odiseo
navegando en un cauce de historia
O quizá mi corazón de ciudad
me condene a ser una isla
que asomaba desesperado
su respiración ahogándose
O quizá yo sea Penélope que espera
y esta ciudad mi esposo navegando
leguas adentro el olvido
Soy la bella mujer
que enseñó a cantar a las olas
Soy la presa desbordada
que abraza a la ciudad
con su tierna sabana de muerte
Olvidé que Troya me separó
del amor al ver en los ojos
cervantinos las arterias rojas
de mi melancolía
La memoria de las lágrimas
en un nudo gordiano de garganta
por siglos
Y cuando los ríos de sudor
de los indios picando piedra
en las minas de plata
Se filtraron hasta el suelo
ignorando las catacumbas
Crearon los cauces de los ríos
que igual ahogaron 54 mexicanos
Ya olvidados quien
puede tener llanto
No hay funerales para las fosas comunes
Un desahuciado no puede pagarse
plañideras expertas
Pero también los cerros inauguraron
las penínsulas donde los trirremes
vencieron a Jerjes
Porque Guanajuato
también es Salamina
Y también soy un hoplita a punto
de dejar caer su escudo al mar
También soy un soldado de Cortés
bajando de su caballo
para fundar esta tierra
También soy un ahogado
en la presa de la olla
En 1905 por el cerro del cubilete
donde la vida no vale nada
Va bajando un agua amoratada
como si el dolor pudiera caminar
Y ahí estaba posiblemente yo
en una vida pasada frente a Guanajuato
y sus dedos de cantera
Sus ojos de pérgolas erosionadas
Soy el mar egeo que ha venido hacia ti
soy la Penélope troyana con cuerpo
de madera que nadó hasta el barco de Ulises
Soy el galeón español, el trirreme ateniense
que trajo su caballo al cauce de tus manos
Un caballo relleno de muerte
Vine a poner mi cauce en tu entrepierna
para gestar un futuro entre ruinas
Un hijo que nazca momia y sea exhibida
Y Guanajuato llorando
me suplica salve su cuerpo
Y al oído le digo susurrando
-ahora yo soy tu cuerpo-